Quién lo hace


               ¿Quién necesita hacer esto?

Para poder comprender la magnitud de este fenómeno, puedes entrar en cualquier red social y escribir la palabra “sexting” en el buscador. Es bastante paradójico: algunos padres, como es de esperar, se sorprenden del hecho de que sus hijos no tengan ningún problema en enviar fotos de ellos desnudos a desconocidos, sin pensárselo dos veces. Continuamente vemos publicadas historias sobre gente que intentó hacer sexting y se le fue de las manos.

Según Sex and tech, una investigación reciente que se llevó a cabo en 2015 por la Campaña nacional para la prevención del embarazo de los adolescentes y el embarazo no deseado (The National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy, en inglés), el 39 % de los adolescentes (de entre 13 y 19 años) y el 59 % de los jóvenes (de entre 20 y 26 años) han enviado alguna vez contenido de ámbito sexual. El 48 % de los adolescentes y el 64 % de los jóvenes admite haber recibido mensajes de este tipo en alguna ocasión.

Los encuestados también han admitido que han hecho sexting no solo con sus parejas, sino con gente que les gustaba (el 21 % de chicas y mujeres jóvenes, el 39 % de los adolescentes y el 13 % de hombres jóvenes). Y lo que es peor, el 15 % de los adolescentes y el 13 % de los jóvenes hicieron sexting con gente que conocieron por Internet y nunca han visto en persona. Cabe destacar que las estadísticas no difieren mucho entre los jóvenes de entre 20-26 años y los adolescentes.
                              ¿Qué hacer para evitar?
NO envíes a fotos íntimas a desconocidos, incluso si insisten (el 10% de los adolescentes admiten haberse visto obligados a enviar imágenes comprometedoras).
NO uses el sexting a alguien que te guste (si él o ella no tiene ningún interés en ti, podría compartir la imagen con sus amigos y compañeros de clase sólo por diversión).
NO envíes fotos de desnudos ni mensajes sexuales, aunque sea una broma. ¡Las consecuencias NO son ninguna broma!
NO intentes obtener más “me gustas” con la publicación de una foto comprometedora en las redes sociales. Siempre habrá alguien que quiera usarla en tu contra.
NO intercambies fotos de desnudos. Si alguien te importa y te envía una imagen comprometedora, adviértele de las consecuencias y pídele que la borre de todos los dispositivos en los que se haya sincronizado. Si temes ofender a esa persona, puedes tratar el tema haciendo una broma.
   ¿ y si  las fotos ya se han publicado?
Si la víctima es tu hijo, intenta hacerle entender de la mejor manera que no es el fin del mundo. No le castigues, todo lo contrario, intenta entender que no es culpa suya. En este momento es cuando más te necesita.
Si esas fotos o vídeos han sido publicadas en las redes sociales, no hagas ningún comentario, esto atraería más la atención y “alimentaría” a los trolls de Internet.
Puedes compensar las consecuencias negativas publicando actualizaciones positivas e ignorando el incidente.
Independientemente de la plataforma en la que se publicaron las fotos comprometedoras (ya sea una red social o una página web pornográfica), ponte en contacto con los administradores de la página e infórmales de que tus datos personales (fotos, vídeos, correspondencia) se publicaron sin tu consentimiento. En este caso, están obligados a eliminar tu información.
Si nada de lo anterior sirve de ayuda, recurre a un abogado y estudia la legislación de tu país sobre la “protección de los datos personales” y “distribución ilegal de pornografía”. Muchos países aplican leyes muy severas para procesar a los distribuidores de “pornografía infantil”.

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